En la historia judía, el pan jalá es una parte esencial de la comida de la noche del viernes (Erev Shabat). Simboliza el maná, la comida especial que Dios proveyó para los israelitas durante sus años de vagar en el desierto. Es tradicional tener dos hogazas en la mesa de Shabat porque Dios proveyó suficiente maná en el sexto día para que durara hasta el séptimo. ¡También se añade azúcar o miel para hacerlo un manjar aún más especial!
Ingredients
½ taza de aceite
1 taza de miel
1 cucharada de sal
3 huevos
3 paquetes de levadura seca, disueltos en 1 taza de agua tibia
1 taza adicional de agua tibia
8 a 10 tazas de harina
Directions
Mezcle los ingredientes, vertiendo primero el aceite en el tazón y posteriormente midiendo y añadiendo la miel – usando la misma taza medidora que se usó para el aceite; este truco permite que la miel se resbale de la taza medidora sin problemas.
Añada los ingredientes restantes según aparecen listados. Amase por aproximadamente 10 minutos y transfiera la masa a un tazón engrasado con aceite.
Permita que la masa leude en el tazón que ha sido cubierto con aceite. Al transferir la masa a dicho tazón, asegúrese de darle vuelta por todos lados para que se cubra de una delgada capa de aceite.
Ponga el tazón en un lugar tibio hasta que la masa haya doblado su tamaño, pinche la masa y trabájela un poco más.
Devuelva la masa al tazón y déjela leudar una segunda vez; esto tomará alrededor de una hora.
Pinche la masa y corte al tamaño deseado.
Para dos hogazas medianas, divídala en 6 trozos.
Forme dos hogazas, cada una de tres hebras trenzadas entre sí. Cuando los panes estén formados, barnícelos generosamente con yema de huevo, mantequilla derretida y miel, y espolvoréelos por encima con semillas ya sea de amapola o de sésamo.
Hornee a 175° C (350° F) por aproximadamente 25 a 30 minutos, o hasta que la hogaza suene hueca al golpeársele levemente en la parte inferior.